A través de una estrategia de internacionalización que reúne a 21 instituciones de educación superior chilenas, el país se ha vuelto un polo atractivo en el último año. Aunque Estados Unidos sigue a la cabeza en cuanto a preferencias, los países asiáticos van en alza.
Margherita Cordano / El Mercurio
Lo advirtieron el Banco Mundial y la Organización para la Cooperación y el Desarrollo Económicos (OCDE): la educación superior chilena no cuenta con una estrategia nacional que oriente a los extranjeros interesados en venir a estudiar al país. En la práctica, esto implicaba que cada universidad promocionaba su propio establecimiento, sin un canal de comunicación que ayudara a potenciar la oferta como un conjunto.
Eso hasta hace un año. En agosto pasado, 21 instituciones comenzaron a trabajar para crear «Learn Chile», marca sectorial cuyo objetivo es internacionalizar la imagen de la educación superior chilena, entregando una misma información sobre cómo vivir, estudiar y moverse en una nación que cada año cuenta con más presencia extranjera. Si en 2009 eran 8 mil 221 los estudiantes extranjeros en Chile, en 2011 el número aumentó a 10 mil 940. En 2013 fueron 16 mil 44 personas, según datos del Mineduc.
En doce meses de trabajo formal, Learn Chile se ha enfocado en los mercados de Estados Unidos, China, Europa y Brasil, cuenta Rafael Sabat, subdirector internacional de Pro Chile, institución que desde un comienzo apoyó el desarrollo de la marca. En el seminario «Internacionalización de la Educación Superior», realizado la semana recién pasada, Sabat informó que este año también se pondrá énfasis en llegar a una mayor cantidad de países latinoamericanos.
Hasta ahora el fuerte de Chile se centra en los cursos de español y los intercambios, aunque también se promocionan cursos de especialización para graduados. Según comenta Karol Trautmann, directora de la Oficina de Asuntos Internacionales de la Universidad Técnica Federico Santa María, entre los estudiantes interesados hay muchos que buscan indagar en temas ligados a terremotos y minería. Dania Trista, de la Universidad Católica del Norte, menciona las áreas de Astronomía y Ciencias del Mar.
Ambas pudieron comprobarlo participando como instituciones ligadas a «Learn Chile» en NAFSA, la mayor feria de servicios de educación superior del mundo, que se llevó a cabo a finales de mayo en San Diego (Estados Unidos). Fue ahí donde Gerardo Vidal, director del departamento de Relaciones Internacionales de la Universidad Adolfo Ibáñez, vio cómo «firmar un convenio con una universidad chilena equivale, para muchas instituciones, a contar con una llave para acceder a un mundo mucho más amplio. Chile es especialmente significativo como puerta de entrada a la Alianza del Pacífico».
Y aunque todavía hay dudas en torno a los paros y marchas por la Educación (ver recuadro), Chile se muestra como un país bien posicionado en seguridad, estabilidad política y desarrollo económico. La calidad de sus instituciones también ha ido ganando peso: en la conferencia NAFSA fueron muchos los que se acercaron a felicitar a Amparo Bravo, jefa del programa de Intercambio Académico de la Universidad Católica, luego de que esta casa de estudios se ubicará como la mejor universidad de América Latina en el ranking QS.
Redistribución
Aunque Chile se abre paso como país sede para extranjeros, su competencia todavía es grande. Según informó la Unesco en julio de este año, Estados Unidos sigue siendo el destino preferido por los extranjeros, con 740 mil 482 estudiantes internacionales que escogieron sus aulas. Le siguen el Reino Unido (427.686), Francia (271.399), Australia (249.588) y Alemania (206.986).
«Establecimos dos marcas, una centrada en estudiar y otra enfocada en investigar en el país», comenta Arpe Caspary, director del Servicio Alemán de Intercambio (DAAD) en Chile. Además -explica- pensando en atraer extranjeros, más de mil de los programas que ofrecen se imparten en inglés.
«Estamos confiados en el trabajo metodológico que hemos hecho, lo que no significa que nos descuidemos del resto. Estamos, por ejemplo, atentos a la forma en que China capta un porcentaje cada vez más alto de alumnos», cuenta Caspary.
Una realidad que confirma el informe 2014 sobre reputación de universidades elaborado por Times Higher Education, que muestra un alza importante en las universidades asiáticas. Entre ellas destacan la Nacional de Seúl y la de Ciencia y Tecnología de Hong Kong. Y mientras estas suben, países como Inglaterra, Francia y Suecia, aunque todavía entre las primeras posiciones, bajan en comparación a años anteriores.
En 2012, por ejemplo, el informe Project Atlas ya mostraba que mientras el número de extranjeros inscritos en programas chinos crecía 12%, Alemania y Francia lo hacían en un 2 y 1%, respectivamente. Los cinco países más populares, según la lista de la Unesco, pasaron ese mismo año, todos juntos, a tener el 47% de las preferencias a nivel mundial. En 2000 sumaban el 55%.
Con la misma idea de conquistar más estudiantes internacionales, naciones árabes como Dubái y Qatar potencian con fuerza su oferta. Mientras el primer país superó a Inglaterra como el destino favorito para los estudiantes de otros países árabes, el segundo cuenta con la Ciudad de la Educación, que alberga sedes internacionales de instituciones de todas partes del mundo. Las universidades de Georgetown, Carnegie Mellon y Northwestern son algunos de los establecimientos estadounidenses que cuentan con una filial allí, mientras que HEC Paris (Francia) y la University College de Londres (Reino Unido) son las opciones europeas disponibles.
En cifras
800 mil estudiantes del mundo se matricularon en una institución educativa fuera de su país de ciudadanía en 1975.
4,3 millones de personas lo hicieron en 2011. La cifra en 1995 fue de 1,7 millones.
72% de quienes tomaron la decisión de estudiar en Chile buscaron información a través de amigos o conocidos que lo hubieran hecho.
73 puntos, dentro de una escala de 0 a 100, obtiene el país cuando se pide a extranjeros evaluar a Chile como destino para estudiar.
Fuentes: OCDE, Instituto de Estadísticas de la Unesco y estudio de línea base e imagen de Chile en estudiantes extranjeros de Learn Chile.
Trabas internas
«¿Qué sucederá con las demandas estudiantiles y la ley de educación del país?». Esa fue una de la preguntas más recurrentes que los interesados en venir a estudiar a Chile le hicieron a Dania Trista, representante de la Universidad Católica del Norte, durante la feria de servicios de educación superior NAFSA celebrada en Estados Unidos.
No es lo único que frena el impulso de muchos estudiantes que tienen interés en el país.
Además de sumar programas en inglés y de hacer una fuerte campaña de promoción a través de la web, Arpe Caspary, director del Servicio Alemán de Intercambio (DAAD) en Chile, aconseja que para posicionar a Chile como un destino atractivo para los extranjeros es fundamental «superar la división fatal entre las universidades que pertenecen al CRUCh y las que no. Eso al exterior no tiene sentido, a nadie le va a interesar conocer sobre las luchas internas del país. Hacia afuera es muy importante mostrarse unidos».
¿Por qué aquí?
Durante el seminario «Internacionalización de la educación superior», Marcos Avilez, director de «Learn Chile», explicó que los estudiantes que escogen el país como una opción de estudio lo hacen porque se ofrece una diversidad geográfica única (lo que permite tener una experiencia completa en cuanto a estudios y viaje) y por la estabilidad de sus instituciones, las que se consideran confiables.
Peruanos, colombianos, ecuatorianos, argentinos, bolivianos, brasileños, mexicanos, franceses y estadounidenses, en ese orden, son las nacionalidades de los alumnos que más recibe Chile en sus centros de educación superior.
Marca «Learn Chile» cumple su primer año: Chile busca atraer a alumnos extranjeros aprovechando un panorama cultural cambiante
A través de una estrategia de internacionalización que reúne a 21 instituciones de educación superior chilenas, el país se ha vuelto un polo atractivo en el último año. Aunque Estados Unidos sigue a la cabeza en cuanto a preferencias, los países asiáticos van en alza.
Margherita Cordano / El Mercurio
Lo advirtieron el Banco Mundial y la Organización para la Cooperación y el Desarrollo Económicos (OCDE): la educación superior chilena no cuenta con una estrategia nacional que oriente a los extranjeros interesados en venir a estudiar al país. En la práctica, esto implicaba que cada universidad promocionaba su propio establecimiento, sin un canal de comunicación que ayudara a potenciar la oferta como un conjunto.
Eso hasta hace un año. En agosto pasado, 21 instituciones comenzaron a trabajar para crear «Learn Chile», marca sectorial cuyo objetivo es internacionalizar la imagen de la educación superior chilena, entregando una misma información sobre cómo vivir, estudiar y moverse en una nación que cada año cuenta con más presencia extranjera. Si en 2009 eran 8 mil 221 los estudiantes extranjeros en Chile, en 2011 el número aumentó a 10 mil 940. En 2013 fueron 16 mil 44 personas, según datos del Mineduc.
En doce meses de trabajo formal, Learn Chile se ha enfocado en los mercados de Estados Unidos, China, Europa y Brasil, cuenta Rafael Sabat, subdirector internacional de Pro Chile, institución que desde un comienzo apoyó el desarrollo de la marca. En el seminario «Internacionalización de la Educación Superior», realizado la semana recién pasada, Sabat informó que este año también se pondrá énfasis en llegar a una mayor cantidad de países latinoamericanos.
Hasta ahora el fuerte de Chile se centra en los cursos de español y los intercambios, aunque también se promocionan cursos de especialización para graduados. Según comenta Karol Trautmann, directora de la Oficina de Asuntos Internacionales de la Universidad Técnica Federico Santa María, entre los estudiantes interesados hay muchos que buscan indagar en temas ligados a terremotos y minería. Dania Trista, de la Universidad Católica del Norte, menciona las áreas de Astronomía y Ciencias del Mar.
Ambas pudieron comprobarlo participando como instituciones ligadas a «Learn Chile» en NAFSA, la mayor feria de servicios de educación superior del mundo, que se llevó a cabo a finales de mayo en San Diego (Estados Unidos). Fue ahí donde Gerardo Vidal, director del departamento de Relaciones Internacionales de la Universidad Adolfo Ibáñez, vio cómo «firmar un convenio con una universidad chilena equivale, para muchas instituciones, a contar con una llave para acceder a un mundo mucho más amplio. Chile es especialmente significativo como puerta de entrada a la Alianza del Pacífico».
Y aunque todavía hay dudas en torno a los paros y marchas por la Educación (ver recuadro), Chile se muestra como un país bien posicionado en seguridad, estabilidad política y desarrollo económico. La calidad de sus instituciones también ha ido ganando peso: en la conferencia NAFSA fueron muchos los que se acercaron a felicitar a Amparo Bravo, jefa del programa de Intercambio Académico de la Universidad Católica, luego de que esta casa de estudios se ubicará como la mejor universidad de América Latina en el ranking QS.
Redistribución
Aunque Chile se abre paso como país sede para extranjeros, su competencia todavía es grande. Según informó la Unesco en julio de este año, Estados Unidos sigue siendo el destino preferido por los extranjeros, con 740 mil 482 estudiantes internacionales que escogieron sus aulas. Le siguen el Reino Unido (427.686), Francia (271.399), Australia (249.588) y Alemania (206.986).
«Establecimos dos marcas, una centrada en estudiar y otra enfocada en investigar en el país», comenta Arpe Caspary, director del Servicio Alemán de Intercambio (DAAD) en Chile. Además -explica- pensando en atraer extranjeros, más de mil de los programas que ofrecen se imparten en inglés.
«Estamos confiados en el trabajo metodológico que hemos hecho, lo que no significa que nos descuidemos del resto. Estamos, por ejemplo, atentos a la forma en que China capta un porcentaje cada vez más alto de alumnos», cuenta Caspary.
Una realidad que confirma el informe 2014 sobre reputación de universidades elaborado por Times Higher Education, que muestra un alza importante en las universidades asiáticas. Entre ellas destacan la Nacional de Seúl y la de Ciencia y Tecnología de Hong Kong. Y mientras estas suben, países como Inglaterra, Francia y Suecia, aunque todavía entre las primeras posiciones, bajan en comparación a años anteriores.
En 2012, por ejemplo, el informe Project Atlas ya mostraba que mientras el número de extranjeros inscritos en programas chinos crecía 12%, Alemania y Francia lo hacían en un 2 y 1%, respectivamente. Los cinco países más populares, según la lista de la Unesco, pasaron ese mismo año, todos juntos, a tener el 47% de las preferencias a nivel mundial. En 2000 sumaban el 55%.
Con la misma idea de conquistar más estudiantes internacionales, naciones árabes como Dubái y Qatar potencian con fuerza su oferta. Mientras el primer país superó a Inglaterra como el destino favorito para los estudiantes de otros países árabes, el segundo cuenta con la Ciudad de la Educación, que alberga sedes internacionales de instituciones de todas partes del mundo. Las universidades de Georgetown, Carnegie Mellon y Northwestern son algunos de los establecimientos estadounidenses que cuentan con una filial allí, mientras que HEC Paris (Francia) y la University College de Londres (Reino Unido) son las opciones europeas disponibles.
En cifras
800 mil estudiantes del mundo se matricularon en una institución educativa fuera de su país de ciudadanía en 1975.
4,3 millones de personas lo hicieron en 2011. La cifra en 1995 fue de 1,7 millones.
72% de quienes tomaron la decisión de estudiar en Chile buscaron información a través de amigos o conocidos que lo hubieran hecho.
73 puntos, dentro de una escala de 0 a 100, obtiene el país cuando se pide a extranjeros evaluar a Chile como destino para estudiar.
Fuentes: OCDE, Instituto de Estadísticas de la Unesco y estudio de línea base e imagen de Chile en estudiantes extranjeros de Learn Chile.
Trabas internas
«¿Qué sucederá con las demandas estudiantiles y la ley de educación del país?». Esa fue una de la preguntas más recurrentes que los interesados en venir a estudiar a Chile le hicieron a Dania Trista, representante de la Universidad Católica del Norte, durante la feria de servicios de educación superior NAFSA celebrada en Estados Unidos.
No es lo único que frena el impulso de muchos estudiantes que tienen interés en el país.
Además de sumar programas en inglés y de hacer una fuerte campaña de promoción a través de la web, Arpe Caspary, director del Servicio Alemán de Intercambio (DAAD) en Chile, aconseja que para posicionar a Chile como un destino atractivo para los extranjeros es fundamental «superar la división fatal entre las universidades que pertenecen al CRUCh y las que no. Eso al exterior no tiene sentido, a nadie le va a interesar conocer sobre las luchas internas del país. Hacia afuera es muy importante mostrarse unidos».
¿Por qué aquí?
Durante el seminario «Internacionalización de la educación superior», Marcos Avilez, director de «Learn Chile», explicó que los estudiantes que escogen el país como una opción de estudio lo hacen porque se ofrece una diversidad geográfica única (lo que permite tener una experiencia completa en cuanto a estudios y viaje) y por la estabilidad de sus instituciones, las que se consideran confiables.
Peruanos, colombianos, ecuatorianos, argentinos, bolivianos, brasileños, mexicanos, franceses y estadounidenses, en ese orden, son las nacionalidades de los alumnos que más recibe Chile en sus centros de educación superior.