Este martes 27 de septiembre se inicia el proyecto que busca responder al proceso de crisis económica, social y ambiental que vive la pesca artesanal en el litoral norte de la región de Valparaíso, insertando a los trabajadores en nuevas cadenas de valor.
Explorar alternativas productivas que permitan ser competitivos en el mercado sin tener que abandonar el mar es el objetivo del proyecto Nodo Caleta Balneario, un programa apoyado por CORFO e intermediado por Asoex a través del Programa Fomento de la región de Valparaíso, que apunta a la capacitación y asesoría comercial y productiva de trabajadores del mar.
Con un presupuesto de más de 38 millones de pesos, de los que Corfo aporta 33 millones, el proyecto contempla diversas etapas de vinculación, fortalecimiento y capacitación enfocadas en el mejoramiento de la actividad económica de 25 pescadores, buzos y mariscadores con Registro Organizacional Artesanal, de al menos 4 organizaciones de pescadores de la zona norte de la región.
Jorge Rosenthal, director de IDEE –consultora a cargo de la ejecución del proyecto-, señala que este proyecto va de cara a aumentar el valor de la actividad pesquera. “La idea es enfrentar los desafíos de la pesca ya no como productores primarios, sino agregando valor a su oferta, incorporando la gastronomía y turismo como oportunidades para la diversificación de su actividad y el aumento del valor de sus productos y servicios”, indica Rosenthal.
Aunque el turismo y la gastronomía no son temáticas desconocidas para los pescadores, sí se trata de áreas con gran potencial para explorar, incorporando conocimientos y creando nuevas alianzas que permitan guiar estos negocios sostenidamente en el tiempo.
Sus participantes podrán asistir a giras tecnológicas donde podrán conocer la experiencia de otras organizaciones de pescadores que ya han están trabajando nuevos productos y servicios. Se contempla la visita a restoranes caleteros y salas de procesamiento y venta de productos marinos gourmet, además de conocer casos de éxito de emprendimientos ligados al llamado “turismo azul”, un nuevo concepto de turismo ecológico que mezcla la exploración del océano con el aprendizaje sobre el valor y equilibrio que mantienen las especies que lo habitan.
Los beneficiarios del proyecto participarán en talleres y asistencias técnicas para el mejoramiento de sus modelos de negocios y procesos productivos y gastronómicos, a fin de conocer mejor el mercado y explorar nuevas propuestas de valor basadas en la riqueza de la actividad pesquera. También se impartirán talleres orientados a entregar visiones y herramientas para el trabajo en equipo y asociatividad, pensados como espacios de vinculación para la generación de nuevas iniciativas productivas a futuro.
Al respecto, Rosenthal pone en relieve la importancia de la sustentabilidad de la actividad pesquera en el litoral norte de la región, acotando que “aunque el contexto es distinto, la pesca artesanal enfrenta un desafío similar al de la mayoría de las empresas: aumentar el valor de sus productos y servicios disminuyendo el esfuerzo; en otras palabras, rentar más exigiéndole menos a la naturaleza y quienes la trabajan”.
Pescadores artesanales del litoral norte se especializarán en gastronomía y turismo a través del proyecto Nodo Caleta Balneario
Este martes 27 de septiembre se inicia el proyecto que busca responder al proceso de crisis económica, social y ambiental que vive la pesca artesanal en el litoral norte de la región de Valparaíso, insertando a los trabajadores en nuevas cadenas de valor.
Explorar alternativas productivas que permitan ser competitivos en el mercado sin tener que abandonar el mar es el objetivo del proyecto Nodo Caleta Balneario, un programa apoyado por CORFO e intermediado por Asoex a través del Programa Fomento de la región de Valparaíso, que apunta a la capacitación y asesoría comercial y productiva de trabajadores del mar.
Con un presupuesto de más de 38 millones de pesos, de los que Corfo aporta 33 millones, el proyecto contempla diversas etapas de vinculación, fortalecimiento y capacitación enfocadas en el mejoramiento de la actividad económica de 25 pescadores, buzos y mariscadores con Registro Organizacional Artesanal, de al menos 4 organizaciones de pescadores de la zona norte de la región.
Jorge Rosenthal, director de IDEE –consultora a cargo de la ejecución del proyecto-, señala que este proyecto va de cara a aumentar el valor de la actividad pesquera. “La idea es enfrentar los desafíos de la pesca ya no como productores primarios, sino agregando valor a su oferta, incorporando la gastronomía y turismo como oportunidades para la diversificación de su actividad y el aumento del valor de sus productos y servicios”, indica Rosenthal.
Aunque el turismo y la gastronomía no son temáticas desconocidas para los pescadores, sí se trata de áreas con gran potencial para explorar, incorporando conocimientos y creando nuevas alianzas que permitan guiar estos negocios sostenidamente en el tiempo.
Sus participantes podrán asistir a giras tecnológicas donde podrán conocer la experiencia de otras organizaciones de pescadores que ya han están trabajando nuevos productos y servicios. Se contempla la visita a restoranes caleteros y salas de procesamiento y venta de productos marinos gourmet, además de conocer casos de éxito de emprendimientos ligados al llamado “turismo azul”, un nuevo concepto de turismo ecológico que mezcla la exploración del océano con el aprendizaje sobre el valor y equilibrio que mantienen las especies que lo habitan.
Los beneficiarios del proyecto participarán en talleres y asistencias técnicas para el mejoramiento de sus modelos de negocios y procesos productivos y gastronómicos, a fin de conocer mejor el mercado y explorar nuevas propuestas de valor basadas en la riqueza de la actividad pesquera. También se impartirán talleres orientados a entregar visiones y herramientas para el trabajo en equipo y asociatividad, pensados como espacios de vinculación para la generación de nuevas iniciativas productivas a futuro.
Al respecto, Rosenthal pone en relieve la importancia de la sustentabilidad de la actividad pesquera en el litoral norte de la región, acotando que “aunque el contexto es distinto, la pesca artesanal enfrenta un desafío similar al de la mayoría de las empresas: aumentar el valor de sus productos y servicios disminuyendo el esfuerzo; en otras palabras, rentar más exigiéndole menos a la naturaleza y quienes la trabajan”.